Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 29/06/2017
Sr. Santiago Olivera
Obispo Castrense de la República Argentina
Los organismos de derechos humanos, organizaciones sociales y religiosas abajo firmantes, queremos hacerle llegar un mensaje en ocasión de su nombramiento como titular del Obispado Castrense de Argentina.
Usted asume un obispado con una deuda histórica pendiente: admitir la responsabilidad institucional que tuvo en el surgimiento, sostén y reproducción del terrorismo de Estado en Argentina (1975-1983). Pasadas ya cuatro décadas, resulta una provocación que la Conferencia Episcopal Argentina continúe “reflexionando” y escuchando testimonios de “víctimas de la guerrilla y víctimas del terrorismo de Estado” acerca de “los acontecimientos ocurridos durante la última dictadura militar”, como si desconociese lo sucedido o se hubiese mantenido al margen. El pasado mes de mayo, en el marco del enorme repudio que cosechó el fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, hemos visto cómo algunos sectores -entre ellos los obispos argentinos pretendieron reinstalar la idea de una “reconciliación entre los argentinos”. La jerarquía católica que Ud. integra, continúa eludiendo su responsabilidad en el genocidio. En sus discursos y escritos, jamás ha hecho mención alguna de la actuación del obispado castrense, al mismo tiempo que esquivó exitosamente el proceso de verdad y justicia reabierto en la década pasada.
Aquí la nota completa.
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