Sería estéril disimular la satisfacción y el significado que
tiene este encuentro para quienes desde hace tanto tiempo la buscamos.
Obtener la certeza de que la hija de nuestra Pichona está
con nosotros desparrama nuestras lágrimas y acaricia la esperanza. En un sueño
sin fronteras.
Pero sobre todo, ratifica el recorrido que gran parte de
nuestra sociedad emprendió y comprendió en torno a los valores de Memoria,
Verdad y Justicia, que asoman irreductibles.
El dolor trasunta en fortaleza. La tristeza en convicción.
La derrota en perseverancia.
El genocidio, parece, sucumbe ante la ética.
Cada reencuentro nos empuja a continuar la búsqueda. Nos
invita a propagar y agudizar la reflexión. Nos obliga a resistir. Nos moviliza
a reivindicar a nuestras víctimas. Nos insta, sobre todo, a la unidad.
Desde el MEDH – Regional Mendoza manifestamos
nuestra gratitud y felicitación a todas aquellas personas e instituciones que circundan
sin cavilaciones este camino.
En particular, destacamos la tarea de la Comisión Hermanos de H.I.J.O.S. Mendoza,
a través de la cual se canalizó el encuentro de esta nieta con su familia
biológica.
En el mismo sentido, ponderamos una vez más el indispensable
trabajo de la Asociación Abuelas de Plaza
de Mayo, la Red Nacional por la
Identidad, la Comisión Nacional por
el Derecho a la Identidad y el Banco
Nacional de Datos Genéticos.
Reconociendo también el compromiso con la verdad y el
accionar clave de la Unidad Fiscal
Especializada en casos de apropiación de niños durante el terrorismo de Estado,
así como la constante y meticulosa labor de la Unidad Fiscal de delitos de lesa humanidad en nuestra provincia.
Saludamos afectuosamente a las familias Moyano y Poblete, a
quienes acompañamos en el sufrimiento de la incertidumbre y abrazamos de aquí
en más en la felicidad del encuentro.
Solicitamos respeto, tolerancia y comprensión con cada
integrante de esta familia, reunida tras 40 años de espera.
Afortunadamente, la verdad se capitula con intensidad y cada
uno de estos alegres episodios nos recuerda el carácter inadmisible de la
impunidad, el negacionismo o la reducción o ablandamiento de las penas.
Tampoco
soslayamos la responsabilidad civil del genocidio.
Menos aún la estrecha vinculación
de aquella responsabilidad civil con nuestra actualidad.
¡Bienvenida nieta 127!
María del Carmen “Pichona” Moyano: ¡Presente! ¡Ahora, y
siempre!