El Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos, Regional Mendoza, tomó la determinación de retirarse del Consejo del Espacio por la Memoria, EPM, ex D2.
Ese espacio físico está fuera de todo valor "inmobiliario", o de propiedad, ya no es "de" nadie, ni de ningún Gobierno. Es un sitio que debe conmemorar un hito culminante en nuestra sociedad, la etapa más dolorosa de nuestra historia en común. El instante en que la dictadura que nunca más deberá ser, cayó sobre tantas vidas de esta comunidad y las trasladó a las cuevas oscuras de la tortura y la impunidad. Es una historia tan atroz, que apenas podemos con ella cuando reconstruimos los hechos, componemos las querellas, las transformamos en derecho nacional, internacional, en cada juicio oral y público en que la sociedad debate sobre el pasado reciente para que los Jueces, con sus sentencias, dejen asentada la Justicia que regirá la vida de la presente y próximas generaciones. Y, este proyecto jurídico en marcha, tiene su raíz (su base probatoria) en los calabozos del D2, como la ESMA, como La Perla y muchos más.
Hoy decimos que en sintonía con Madres, nos retiramos del Espacio o EPM. No creemos que sea posible "cogobernar" un proyecto de trabajo en derechos humanos, con un Estado Nacional que viene desmantelando nuestras propias líneas de acción, y un Estado provincial cuyos funcionarios actúan con subestimación de organizaciones y personas de las que deberían aprender cómo se construyen derechos y se defiende la dignidad humana.
Agregamos -para no perder la ocasión de hacer un poquito de docencia- que la soberbia es un lastre inútil, y que la función pública es una oportunidad para mejorar la vida de los otros.
Elba Morales, representante del MEDH Regional Mendoza, con acuerdo de todos los integrantes del organismo.