sábado, 30 de diciembre de 2017

Otra nieta de Mendoza


El Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos – Regional Mendoza acompaña la sentida bienvenida a la nieta “127”, hija de María del Carmen “Pichona” Moyano y Carlos Simón Poblete Brizuela, quien acaba de restituir su identidad.

Sería estéril disimular la satisfacción y el significado que tiene este encuentro para quienes desde hace tanto tiempo la buscamos.

Obtener la certeza de que la hija de nuestra Pichona está con nosotros desparrama nuestras lágrimas y acaricia la esperanza. En un sueño sin fronteras.  

Pero sobre todo, ratifica el recorrido que gran parte de nuestra sociedad emprendió y comprendió en torno a los valores de Memoria, Verdad y Justicia, que asoman irreductibles.

El dolor trasunta en fortaleza. La tristeza en convicción. La derrota en perseverancia.

El genocidio, parece, sucumbe ante la ética.

Cada reencuentro nos empuja a continuar la búsqueda. Nos invita a propagar y agudizar la reflexión. Nos obliga a resistir. Nos moviliza a reivindicar a nuestras víctimas. Nos insta, sobre todo, a la unidad.

Desde el MEDH – Regional Mendoza manifestamos nuestra gratitud y felicitación a todas aquellas personas e instituciones que circundan sin cavilaciones este camino.

En particular, destacamos la tarea de la Comisión Hermanos de H.I.J.O.S. Mendoza, a través de la cual se canalizó el encuentro de esta nieta con su familia biológica.

En el mismo sentido, ponderamos una vez más el indispensable trabajo de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo, la Red Nacional por la Identidad, la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad y el Banco Nacional de Datos Genéticos.

Reconociendo también el compromiso con la verdad y el accionar clave de la Unidad Fiscal Especializada en casos de apropiación de niños durante el terrorismo de Estado, así como la constante y meticulosa labor de la Unidad Fiscal de delitos de lesa humanidad  en nuestra provincia.

Saludamos afectuosamente a las familias Moyano y Poblete, a quienes acompañamos en el sufrimiento de la incertidumbre y abrazamos de aquí en más en la felicidad del encuentro.

Solicitamos respeto, tolerancia y comprensión con cada integrante de esta familia, reunida tras 40 años de espera.

Afortunadamente, la verdad se capitula con intensidad y cada uno de estos alegres episodios nos recuerda el carácter inadmisible de la impunidad, el negacionismo o la reducción o ablandamiento de las penas. 

Tampoco soslayamos la responsabilidad civil del genocidio. 

Menos aún la estrecha vinculación de aquella responsabilidad civil con nuestra actualidad.

¡Bienvenida nieta 127!

María del Carmen “Pichona” Moyano: ¡Presente! ¡Ahora, y siempre!

Carlos Simón Poblete Brizuela: ¡Presente! ¡Ahora, y siempre!

martes, 12 de diciembre de 2017

El Dr. Pablo Salinas recibió el Premio Mauricio López de la UNSL

Acerca del profesor Mauricio López: 

Mauricio es para nuestro equipo una guía. Es una tarea continua la búsqueda de sus restos en el Centro Clandestino de Detención Campo Las Lajas, donde fue visto por última vez en agosto de 1977, por un testigo clave en nuestra causa, luego de ser secuestrado el 1 de enero de ese año. Lo seguimos buscando junto a los demás detenidos desaparecidos de Mendoza y de Cuyo y no cesaremos nuestro trabajo hasta resolver esta tarea que nos fue heredada de las fundadoras de nuestro organismo, y de él mismo como fundador de la Asociación Ecuménica de Cuyo. La UNSL es una aliada imprescindible en este trabajo, como nadie ni ninguna otra institución lo ha sido.
Mauricio el filósofo, el teólogo, Mauricio desde todos lados nos continúa hablando de la justicia. Y es el trabajo que lleva adelante el Dr. Salinas, quien en este momento se encuentra coordinando el equipo de abogados que llevan adelante el juicio de causa Las Lajas, actualmente en debate oral y público.

Acerca del premio:

Este premio, este espacio de discusión, de reflexión y de conocimiento es una bocanada de aire para quienes desde nuestro trabajo en Derechos Humanos venimos resistiendo y denunciando la postura negacionista que pretenden instalar en este tiempo las más altas esferas del poder. El constante ataque al trabajo de los organismos de Derechos Humanos, los retrocesos sin pausa de leyes como la del 2x1, las restricciones a las libertades democráticas que venimos construyendo desde hace más de 30 años, el desmantelamiento de estructuras que garantizaban la política de Memoria, Verdad y Justicia. Desconocen hasta los/las nietas apropiadas, que afortunadamente siguen apareciendo y haciendo camino a la Verdad.
Que la distinción lleve su nombre es un homenaje a su compromiso, mantiene viva su memoria y continúa su lucha, por lo que deseamos que siga siendo así. Hoy más que nunca.

Acerca del voto:

Nacido en 1971 en la Clínica Rivadavia de la ciudad de San Luis. Hijo de los también puntanos Teresa Cavalotti (ex presa política) y Jorge Salinas (ayudante alumno del Profesor Mauricio López), estimamos que el Dr. Pablo Gabriel Salinas Cavalotti reúne el legado de compromiso, tenacidad y capacidad profesional y humana para honrar este galardón.


Cuando en todo el país los organismos históricos de Derechos Humanos teníamos grandes  dificultades para conseguir abogados que nos representaran para desarrollar nuestra labor y acceder efectivamente a la Justicia, desde el primer momento el Dr. Salinas se puso a disposición. Inclusive mucho antes de que el Estado removiera las leyes que lo impedían. Junto con él y otros abogados promovimos el juicio por el "Derecho a la Verdad", y ya en etapa de vigencia del Código Penal,  nos constituimos en querellantes, reconstruimos el funcionamiento del mayor centro clandestino de la zona -D.2- y detectamos y denunciamos otros CCD.
Esa tarea constante tuvo como desenlace máximo, la reciente condena a prisión perpetua de ex magistrados federales que actuaron como partícipes del terrorismo de Estado en su momento y como garantes de la impunidad durante la democracia. Salinas fue clave en los albores de esta resolución, al acompañar la solicitud del MEDH del jury de enjuiciamiento para los jueces en un momento político de altísima presión.
Sus convicciones se ratificaron también desde la función pública. Siendo Director de Derechos Humanos de la provincia de Mendoza, denunció la participación durante el terrorismo de Estado de quien ostentaba en ese momento el cargo de Subsecretario de Seguridad: Carlos Rico Tejeiro (actualmente imputado en el sexto juicio por delitos de lesa humanidad en Mendoza). La intensa pelea generó una crisis política que le costó la renuncia también a Salinas.
Su labor como abogado querellante en este tipo de causas no se circunscribió al equipo conformado por el MEDH, sino también patrocinando a numerosas víctimas y otros organismos de Derechos Humanos, como Abuelas de Plaza de Mayo y la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (que fue reconocida y distinguida con la invitación a integrar su Consejo de Presidencia), actividad particularmente intensa en el caso de su filial San Luis.
Actualmente, Salinas es uno de los abogados abocados al sexto juicio, en el que se acumuló una parte de la causa Las Lajas, lugar en el que fue visto con vida por última vez Mauricio López (de hecho, hace pocos días brindó su testimonio en este proceso su hermano Carlos y es posible que en este momento lo esté haciendo Norberto, su sobrino quien fue testigo del secuestro).
La tarea de Salinas no se agota en este juicio oral, puesto que brinda asistencia legal permanente para el continuo trabajo pericial que se desarrolla en el CCD Las Lajas con el fin de hallar enterramientos clandestinos. Labor incesante que el MEDH lleva a cabo con la colaboración de la Universidad Nacional de San Luis en la búsqueda de los restos de Mauricio.

UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN LUIS

martes, 5 de diciembre de 2017

Encontramos a la hija de Edgardo Garnier y Violeta Ortolani, la nieta 126

Foto: Victoria Egurza/EF


Fuente: Abuelas
Autor: Abuelas
 
La joven se presentó en Abuelas. Ayer pudo conocer la verdad sobre su origen y abrazar a su familia. 

Las Abuelas de Plaza de Mayo anunciamos con enorme felicidad el encuentro de una nueva nieta, la hija de Violeta Graciela Ortolani y Edgardo Roberto Garnier, nacida en enero de 1977 durante el cautiverio de su madre. Ella podrá conocer a su abuela paterna, Blanca Díaz de Garnier, que vive en Concepción del Uruguay, donde nació su padre y podrá charlar con sus familiares paternos y maternos, con los compañeros de militancia de sus padres, que ya la están acompañando para abrazarla en la verdad.

Los padres
 
Violeta nació en la Ciudad de Buenos Aires el 11 de octubre de 1953. A los tres años su mamá murió y la crió una tía, en Bolívar. Era muy buena compañera, sensible, alegre. Le gustaba mucho la matemática y le apasionaba la investigación espacial. También le gustaba el fútbol. Era católica practicante. No era de salir ni ir a bailar. Era charlatana y vivaz. Se fue a estudiar a La Plata Ingeniería Química y obtuvo una beca. También trabajaba como mucama en el Hospital de Niños. Comenzó su militancia política en la facultad, donde conoció a Edgardo.

Edgardo nació el 7 de agosto de 1955 en Concepción del Uruguay, provincia de Entre Ríos. Ya de niño era muy ingenioso: desarmó y volvió a armar su primera bicicleta. Fue a la escuela N° 1 Nicolás Avellaneda y era excelente alumno. Leía historietas y prefería las materias humanísticas. Era hincha de Independiente. Le interesaba mucho todo lo relacionado con la conquista del espacio. Era juicioso y callado. Se mudó a la ciudad de La Plata para estudiar Ingeniería Electromecánica.

La pareja militó en la FAEP, Edgardo también militó en la JP y Violeta en la JUP. Luego, ambos formaron parte de Montoneros. Sus compañeros la llamaban "La Viole" y, a él, "La Vieja Bordolino" o "El Viejo".
Durante sus estudios y militancia, Edgardo y Violeta vivieron en Ensenada en la misma casa que otros compañeros estudiantes de ingeniería, entre ellos Marita Aiub y Rafael Caielli, también desaparecidos junto con su hijo, a quien seguimos buscando.

En esa casa habían puesto un taller de reparaciones eléctricas que se llamaba “El pollo eléctrico”. Y en el fondo tenían una huerta.

Violeta y Edgardo se casaron el 7 de agosto de 1976 en una sencilla ceremonia religiosa realizada en Bolívar. Ella estaba embarazada de 3 meses. La pareja pensaba llamar a su bebé Vanesa, si era nena; Marcos o Enrique, si era varón.

Violeta fue secuestrada el 14 de diciembre de 1976 en el Barrio La Granja de La Plata, con un embarazo de 8 meses. Desde entonces, Edgardo buscó por cielo y tierra a su mujer y luego regresó a su pueblo en Entre Ríos. Cerca de la fecha probable de parto, emprendió nuevamente la búsqueda. Se despidió diciendo que iba a buscar a su hijo y, al poco tiempo, el 8 de febrero de 1977, en La Plata, él también fue secuestrado.
Desde entonces, su familia continuó la búsqueda y fue una de las primeras en hacer la denuncia en Abuelas de Plaza de Mayo. Pero nunca se obtuvo ningún dato fehaciente y concreto sobre la pareja ni sobre la niña o niño que debió nacer en cautiverio. Hasta ahora.

La búsqueda

Como en muchos de los últimos casos, una joven se acercó al área de Presentación Espontánea de Abuelas de Plaza de Mayo luego de que alguien de su entorno le confesara que no era hija biológica de quienes la habían criado. Hasta entonces, ella no tenía dudas sobre su identidad.

Su partida de nacimiento falsa está firmada por la médica Juana Franicevich, quien ya había fraguado las partidas de nacimiento de tres nietos que fueron restituidos recientemente.

Desde el área de Presentación Espontánea fue atendida y luego derivada a la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CONADI) para completar la información documental y, después, realizar el análisis en el Banco Nacional de Datos Genéticos.

Ayer, esta joven supo que es la hija de Violeta y Edgardo. Recibió la noticia en la CONADI con enorme felicidad e inmediatamente accedió a acercarse a Abuelas para encontrarse con su familia y compañeros de militancia de sus padres, con quienes ya pudo intercambiar algunas anécdotas y abrazos.

Estos encuentros nos llenan de esperanza y nos dan fuerza para redoblar la búsqueda.

Este caso vuelve a demostrar la importancia de que quienes tienen algún dato sobre un posible hijo de desaparecidos hablen con él o con ella, o nos acerquen esa información. Lejos de causarles un daño los ayudarán a vivir en la libertad que solo ofrece la verdad.

Vamos quedando pocas Abuelas, hace pocos días tuvimos la tristeza de despedir a dos grandes compañeras, Raquel y Marta, que no pudieron lograr el ansiado encuentro.

Con la urgencia del tiempo que corre, volvemos a hacer un llamado a la sociedad a que nos ayuden en esta búsqueda, que ya lleva 40 años.

Y, a nuestros nietos y nietas, les reafirmamos que acá solo los espera el amoroso abrigo de la verdad. ¡Bienvenida, nieta 126!